El Pequeño Tour de Francia

Descubre la serie limitada de 12 bicicletas creadas en colaboración con el artista Lucas Beaufort tras su corto Tour de Francia. Estas creaciones únicas no sólo son obras de arte contemporáneas, sino también compañeros de ruta para los recorridos urbanos ;-{D

Babarus
Lundi 27.3
(Already Sold)

Bazok
Lundi 27.3
Bo Biclou (94)

Freezum
Lundi 27.3
Cyclable Paris (14)

Fwin
Lundi 27.3
Hohokam Bike Shop (13)

Gozum
Lundi 27.3
Cyclable Rouen (76)

Grumch
Lundi 27.3
Cyclable Rouen (76)

Gulbugum
Lundi 27.3
Cyclable Paris (14)

Gulliver
Lundi 27.3
Bo Biclou (94)

Gusozor
Lundi 27.3
Mon vélo Moustache (74)

Jock
Lundi 27.3
Mon vélo Moustache (74)

Madi
Lundi 27.3
Le vent dans le dos (64)

Silvergus
Lundi 27.3
Hohokam Bike Shop (13)

Durante tres semanas el artista Lucas Beaufort ha recorrido las carreteras de Francia. Este “Petit Tour de France” le ha dado la idea crear una nueva colección de pinturas y una serie limitada de 12 bicicletas Moustache Bikes única.

La idea del Pequeño Tour de Francia nació en la primavera de 2020. Cuando uno está acostumbrado a cambiar de país cada semana, dos meses de encierro multiplicaron por diez mis ganas de navegar hacia la puesta de sol.
Como es difícil planificar
el futuro, explorar Francia era la mejor opción.

A principios de julio de 2021 y un año de preparación más tarde, me encontré listo para una aventura extraordinaria: cruzar
Francia en una ebike Moustache con dos de mis mejores amigos.
20 días y 1461 km separan Normandía, donde vivo actualmente, de la Costa Azul, de donde provengo.
El inicio estaba previsto para el 10 de julio de 2021. Dos días antes, mi equipo llegó para poner en marcha los últimos
detalles. Se respiraba un ambiente de alegría a pesar del cielo lleno de nubes.

Es el día de salida

Llueve a cántaros y el frío se mete hasta los huesos.
Mi esposa Garance también está lista para salir con una tonelada de equipaje metida en el coche de apoyo.
En este preciso momento, no tengo ni idea de lo que nos espera, pero el deseo de partir se impone y nada puede detenernos.
La primera etapa es memorable por ser la más larga del recorrido. Los 85 km previstos inicialmente se transforman en 105 km. Cuando no estás preparado físicamente, cuando la lluvia y el viento se unen a la fiesta y pinchas a los 10 km, te dices a ti mismo que nada puede ser peor. Después de 60 km, ya tenía dificultades para sentarme en el sillín, sin tener en cuenta que había confiado demasiado en la asistencia eléctrica de la bicicleta, lo que comprometió seriamente el éxito de esta 1.ª etapa hasta Bellême. Todavía recuerdo nuestra llegada, agotados después de casi 5 horas y 15 minutos de pedaleo, fue épico, como si hubiéramos llegado al final del recorrido cuando en realidad era solamente el comienzo.
La primera semana se hace más dura por unos cuantos pinchazos y, sobre todo, por un tiempo con el que no querrías ni
salir de casa. Llovió toda la semana casi sin parar.
Aparte del tiempo, nunca habría imaginado que disfrutaría tanto montando en bicicleta. Esta sensación de salir cada mañana a descubrir Francia, recorriendo el río Loira y los pequeños pueblos, me hizo muy feliz. Pasamos la fiesta nacional del 14 de julio en un encantador pueblo de Ousson-sur-Loire. Tengo unos recuerdos increíbles, ya que era una fiesta de pueblo como las que celebrábamos cuando yo era pequeño, a la antigua, con juegos como la cucaña y la carrera de huevos y cucharas. Vi a gente feliz compartiendo esos momentos, es lo que buscaba.
El sol finalmente reapareció para la segunda semana desde Lyon. Realmente tuve la sensación de haber hecho dos
recorridos por Francia, primero el gris y el frío, y luego con el sol hasta Cannes.
Todas las noches nos alojamos en B&B que habíamos seleccionado cuidadosamente por su ubicación, pero sobre todo por su capacidad para inspirarme. Eso era realmente parte del viaje, la idea de sumergirnos en un nuevo entorno para recrearnos cada tarde. Qué gran sorpresa cuando los propietarios del lugar nos propusieron comer con ellos por la noche. Era lo que queríamos, saber más del territorio, conocer gente, compartir nuestros recuerdos, nuestras rutas, hablar de
nuestra aventura.
Las dos veladas que más se me quedaron grabadas fueron las de Chomerac y Tarascón. Siento que las personas que conocimos se convirtieron en mucho más que simples conocidos, hemos planeado volver a vernos y colaborar en proyectos culturales en el futuro. La llegada a Cannes, donde nací y crecí, tuvo un sabor particularmente especial para mí. Fue la oportunidad de reencontrarme con amigos, de volver a la escena local del skate y, sobre todo, de celebrar el final de la aventura en casa de mi madre.
Mi mayor aventura del recorrido fue, sin duda, la amistad que creció día a día con mis dos compañeros de ruta, mis amigos
Zians y Valentin, que me llevaron hasta el final. Tendrías que habernos visto cantar, gritar y llorar durante la ruta. Cuando tu GPS te hace tomar caminos imposibles por las rocas, cuando pinchas una y otra vez, 5 minutos después de haber reparado la cámara. Esta sensación la puedes contar a otros, pero vivirla a lo largo de 1461 km, casi 24 horas al día durante 20 días, es algo difícil de describir.

Entrevista con Lucas Beaufort

¿Por qué elegiste una e-bike para este viaje?

Sufrí una grave lesión en el tobillo en diciembre de 2020 que afectó a mi entrenamiento antes de la salida del Pequeño Tour de Francia. Creo que la elección de la e-bike fue un acierto porque 1461 km no son ninguna tontería, incluso en una e-bike.
Sufrimos físicamente y, para ser sincero, la asistencia en los grandes puertos nos salvó el día.

¿Qué te queda de esta experiencia?

Lo que recuerdo, por encima de todo, es el placer de una libertad reencontrada, esa libertad que se corresponde con mi vida de artista. Partir hacia Australia por capricho, despertarse en un lugar diferente cada mañana, descubrir, explorar, compartir y vivir. He tenido la oportunidad de viajar por todo el mundo varias veces, pero este Pequeño Tour de Francia ya forma parte de las aventuras más increíbles que he tenido la suerte de vivir.

¿Qué aconsejarías a las personas que quieran probar este tipo de aventuras en bicicleta?

Que vivan su sueño. Desde que cumplí 30 años, me repito cada día que no es el tiempo el que pasa, somos nosotros los que pasamos. ¿De qué sirve esperar para vivir los sueños? Oigo tan a menudo a la gente de mi entorno decir “algún día me iré a dar la vuelta al mundo” o “algún haré tal y cual”. Para mí, es como si dijeran “nunca haré eso”. Soy una persona optimista y me digo que si yo puedo vivir mis sueños, ¿por qué no otros?

¿Qué opinas sobre desplazarse y viajar en bicicleta?

Viajar en bicicleta es, sin duda, la forma más divertida de explorar y descubrir el mundo. Quiero vivir aventuras aún
mayores, un Tour de Europa y conocer artistas por el camino… eso despierta mi curiosidad para 2022.
03 Septiembre 2021
Fermer

Select your location